6274: Caribbean Clipper


Viajamos de nuevo, ahora más atrás en el tiempo, para uno de los primeros sets de la línea piratas. Año 1989. Con 378 piezas y 4 minifiguras, este es uno de los barcos que da inicio a la línea entera. Es, por supuesto, la contraparte al barco pirata por excelencia (el 6285: Black Sea Barracuda) y pertenece al gobernador, en esta historia, director de la armada. El barco también se conoce de hecho por ese nombre: "El halcón marino, barco del Gobernador".

Es un barco bastante bien logrado y lleno de bonitos detalles. Comencemos por el primero. En el frente del barco, dispuesto a romper las olas, encontramos, nada más y nada menos, que... ¡El halcón marino que le da su nombre al barco! No se trata sinó de uno de aquellos loros de lego, en este caso de amarillo, pero aquello marca el futuro de otros barcos con algunas decoraciones frontales.



Como ocurre con otros barcos (casi todos en realidad), uno de sus puntos más bellos se aprecia en su parte trasera. Un camarote para el capitán, con dos juegos de ventanas en amarillo, que resaltan esta vista del barco. Como solía pasar, el camarote no es cerrado al frente. Eran otros tiempos.

Un detalle del barco, no siempre bien notado, es la cuerda que lo recorre y que da soporte a la vela diagonal en el frente y que termina amarrado justo aquí, en la parte de atrás.


Uno de sus puntos más interesantes es la forma en que se sostienen las velas. Al igual que pasó en otros barcos como en el Renegade runner, las velas se ponen por medio de piezas largas con pines redondos sobre un lado, pero aquí hay un detalle interesante: Los travesaños están puestos al revés. En aquella época Lego no había sacado aún la pieza de dos con uno con aquel añadido en L apuntando hacia abajo, así que la solución fue invertir los travesaños enteros.
También de destacar los sombreros de los marineros. Hasta donde sé es el único barco que incluyó ese tipo de gorros. 






Un barco sin duda hermoso. Prometo algún día tomarle fotos a algunos más de sus detalles. Lo conseguí hace unos meses, y me causó una enorme alegría, pues encontrar un barco pirata al alcance de mi presupuesto es siempre un milagro. Su tamaño, mayor que el de los barcos que tenía y que ya mostré aquí, lo pone en un sitial de honor. Seguramente es debido a cosas como esas que los barcos más pequeños nunca causaron tanto gusto como este, pero, a mí todos y cada uno de mis barcos me parece una belleza. 




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